Interlawyers Abogados
Interlawyers nace en 1981 como un bufete especializado en las áreas del Derecho civil y mercantil de la mano del prestigioso abogado y socio fundador D. Miguel Martín-Rabadán Caballero. Desde su inicio el despacho ha tenido como guía de actuación el cumplimiento riguroso de los principios de deontología profesional, de honestidad y lealtad hacia nuestros clientes.
En estos años hemos representado a un gran número de personas y empresas tanto nacionales como internacionales, así como a gobiernos e instituciones extranjeras en sus intereses en España, lo que nos ha exigido un fuerte compromiso profesional y nos ha aportado una gran experiencia para afrontar el reto de ofrecer a nuestros clientes un servicio integral en representación de sus intereses de forma global.
Para cumplir con las exigencias de nuestros clientes se han incorporado a nosotros profesionales del mas alto prestigio para liderar cada una de las nuevas áreas de practica, con el fin de proporcionar el asesoramiento que se exige al mas alto nivel internacional.
Código ético y profesionalidad
La finalidad del presente Código es proclamar los principios y valores éticos que rigen la actividad profesional de INTERLAWYERS ABOGADOS desde su constitución en 1986, gracias a los cuales podemos mantener la cabeza bien alta en el tiempo.
Vivimos en tiempo de gran competitividad en el mercado, no solo por los constantes cambios legislativos que se están produciendo, sino también por el cambio de mentalidad en cuanto a la percepción de lo que se considera legal o ético. Cada día la sociedad requiere de las empresas mayor implicación y respeto al medio ambiente, a la seguridad e higiene en el trabajo, a los consumidores y, en general, a los principios del buen gobierno de las sociedades.
Los profesionales de la Abogacía tienen la obligación de dar ejemplo en los principios morales y éticos que reclama la sociedad y estamos orgullosos de afirmar nuestro compromiso con el respeto a la ética y a los valores humanos; la honestidad; la transparencia y la profesionalidad de todos los miembros del Despacho.
Defendemos el respeto a la ley, así como a los valores morales y principios éticos que deben regir la actividad de la abogacía. Este compromiso ético y de buen gobierno se extiende a todas las personas relacionadas profesionalmente con el Despacho, desde el cual nos oponemos rotundamente a la comisión de cualquier acto ilícito, penal o de cualquier otra índole. Nuestro objetivo es impulsar una cultura preventiva basada en el principio de “tolerancia cero” hacia la comisión de actos ilícitos y situaciones de fraude y en la aplicación de los principios de ética y comportamiento responsable.